5/17/2014

MINUTO DOMINICAL

“El Camino de los discípulos”


18 de Mayo de 2014. Domingo 5° de  Pascua-  Ciclo A
Domingo del Buen Pastor - Evangelio de San Juan 14, 1-12
                     
Por entonces se produjo un tumulto no pequeño con motivo del Camino” Del Nuevo Camino (Hech 19, 23). Estas palabras identifican a los primeros discípulos… Fue en  Antioquía donde los discípulos por primera vez recibieron el nombre de cristianos. (Hech 11, 26)
Nos es de la inventiva de los discípulos de donde surge la idea de llamar al mensaje de Jesús: “Camino”, es el mimo Maestro quién lo llama así, recordando la propuesta de “los dos caminos”  del  Salmo n°1. Yo soy el Camino…  No es un mero recorrido geográfico sino que el camino es una Persona, es el Maestro.  ¿A dónde va este camino?

Yo soy el Camino la Verdad y la Vida… El Camino de los discípulos es la persona del Señor Resucitado. Está despidiéndose  de los discípulos durante la Cena de la Pascua. Están tristes. No esperan nada bueno. Yo soy el Camino… Crean en Dios y crean también en mí.  Me voy al Padre. Ya conocen el Camino del lugar a donde voy… Los discípulos entre ellos Tomás, el que luego pondrá en duda su resurrección, no tiene claro ese camino: ¿Señor, no sabemos dónde vas, como vamos a conocer el camino? ¿Cuántos de nosotros pensamos y diríamos lo mismo? ¡No sé el Camino¡ ¿No sé por dónde se va al encuentro del Maestro,  por dónde se le puede seguir, por donde se le encuentra, por dónde se camina con Él…?  Yo soy el Camino…

El Maestro nos tranquiliza: No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. Su Camino, se llama la Fe y consiste en seguir sus pasos en acciones, actitudes, valores, sentidos,… Yo soy el Camino… Para poder seguirlo es preciso haberlo conocido, haberlo visto: El que me ha visto, ha visto al Padre.

Yo soy el Camino… Los discípulos guardan el recuerdo del Maestro. Aunque el Maestro se vaya está dejando un Camino para que, junto con  Él, lleguemos al  Padre. Nadie va al Padre si nos es por mí. Si ustedes  me conocen, conocerán también a mi Padre. Su vida y su mensaje, sus  actitudes  y sus dichos, sus bienaventuranzas y sus dichos, todo lo que nos ha transmitido el Maestro,  eso es lo que ha visto en el Padre.

Yo soy el Camino… Créanlo, al menos por las obras. Crean en Dios y crean también en mí. El Camino de Dios, es Cristo, el Maestro. El Camino de Dios es la enseñanza y el modo de vida del Maestro. Aunque Él se ha ido, cuando Él se fue físicamente y por sus Ascensión volvió al Padre, continúa con nosotros en su oferta de vida, en su propuesta valórica, en el estilo de relacionarnos, en la esperanza que nos anima.

Yo me voy al Padre. Ustedes deben venir, deben seguirme. Yo soy el Camino…

“En cambio, te confieso que, según el Camino,  (Hech  22. 4)  estoy siguiendo a Cristo el Maestro. No deje el Camino. Eso es ser Discípulo. Saludos.
           



         P. Esteban Merino Gómez, sdb.



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