“Señor de la Misericordia”
2o de
Noviembre de 2016 –Solemnidad Jesucristo rey del Universo “C” –
San Lucas 23, 35-43
Con este domingo concluimos el Año Litúrgico de
la Iglesia en este Ciclo “C”. Con el primer domingo de Adviento iniciaremos el
nuevo caminar el domingo próximo. El Reino de Dios es una realidad ya presente,
en construcción y en espera de su total plenitud que dista mucho de los reinos
humanos, hasta tal punto que dificulta más que ayuda, utilizar el término rey o
reino para hablar de Cristo y de su Señorío, de la forma en la que ejerce,
lleva a cabo, hace realidad su reinado, el Reino, o Reinado, de Dios.
Pensar que el Maestro, Jesús, haya tenido
aspiraciones de rey en Israel suena a desconocimiento o tergiversación de su mensaje.
Su reinado lo califica como un nuevo tipo de vida, de relaciones, de trato, de
mutuo reconocimiento, en el que la presencia de su Buena Nueva y la propuesta
de una comunidad, que lo tiene por eje de vida, constituyen el núcleo de su
enseñanza. A esta comunidad se invita a
todos, lo que le da universalidad, y la vez compromiso misionero, para que
nadie se quede sin oír la invitación, con especial relevancia quienes están más
en la periferias geográficas y existenciales.
Este reino, llama sin coaccionar, invita sin
presionar, propone sin descanso y con insistencia, quiere hacerse presente en
la sociedad sin ofender o faltando el respeto a nadie, pero con la segura y
firme esperanza de ofrecer el llamado a ser discípulos en la sociedad que nos
ha tocado vivir a y a la que tenemos el desafío y la obligación de anunciar el
Reino de Dios. La Iglesia dice hoy en la oración litúrgica: reino eterno y
universal, reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reno de
justicia, de amor y de paz.
Reino desde la cruz, como San Lucas hoy nos
recuerda. En ella, en la cruz, el poder, el dominio, la soberanía, se
convierten en disponibilidad entregada para que, la impotencia, el desprecio,
lo más pobre, lo más humillado, lo que está más al extremo, más en la frontera,
reine, triunfe, con el modelo y estilo del Maestro. El que quiera seguirme que
tome su cruz y me siga. De esta manera el poder de Dios se muestra en su
misericordia y en su perdón, como lo vive el buen ladrón que pide la
misericordia en el momento final de su
vida. El Señorío de Cristo se hace efectivo como Señor de la Misericordia.
Terminamos hoy, este domingo, el año de la
Misericordia, que tantos momentos de gracia y tantas propuestas nos ha traído.
El Rostro de la Misericordia del Padre, como hoy hemos colocado en la imagen de
este comentario, nos muestra a Jesús, Cristo, Misericordia del Padre, momento
en el que mejor muestra y realiza su reinado es en el perdón y la salvación, en
la misericordia, como momento en el que Dios es más grande, más poderoso, más
misericordioso, y muestra su poder al perdonar. Cristo es el Señor de la Misericordia.
En la Misericordia está el Reinado, su reinado.
Al entrar en la experiencia de la misericordia
de Dios y ser misericordiosos como el Padre entramos en el Reino de Dios.
Saludos
P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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