7/27/2013

MINUTO DOMINICAL






 “¡ Con insistencia ¡”

28 de Julio de 2013.  Domingo 17° Tiempo Ordinario. Ciclo C –  Evangelio de San Lucas 11, 1-13
Un día Jesús estaba orando… la oración  es una relación viviente y personal con Dios vivo y verdadero. Un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como en la alegría (Santa Teresa del Niño Jesús) “La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes” (San Juan Damasceno)  ..Jesús estaba orando…  ...cuando terminó uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.»

            Jesús ora. Este ejercicio de Jesús motiva y mueve a orar. Sus discípulos quieren aprender. La oración es adoración y bendición, es alabanza, es acción de gracias, es petición, es súplica de perdón,… es comunicación de la vida con Dios, como hace Jesús.  Oración que se hace palabras, o silencio, o lectura meditada y rumiada de la Palabra de Dios, o canto alegre de acción de gracias, o recuerdo mental, delante de Dios, de una preocupación o situación  que me intranquiliza, es meditación y silencio, contemplación y mirada hacia Dios. Como decía San Agustín: tu deseo es tu oración.  Hasta nuestro deseo, si es bueno, es una oración. Por eso que orar no es una tarea ocasional sino que se puede hacer casi de forma habitual.

            Jesús enseña  a orar con su actitud y enseña una oración concreta: EL PADRE NUESTRO, que dicen los cristianos de la antigüedad que “es el resumen  de todo el Evangelio”.  Tan habitual debía ser la oración de Jesús y no solo una actividad ocasional, como hoy se nos relata, que las palabras y comparaciones con que la refuerza  destacan  la necesidad de la constancia y de la insistencia. La inoportuna llamada nocturna ilustra la necesidad e insistencia en la oración. Les aseguro que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, se levantará para que deje de molestarle y le dará cuanto necesite. Como es la necesaria comunicación con Dios, con palabras, silencios, gestos,..  ..debe ser constante:  Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán.

            La fuente de esta seguridad está en el Padre Dios que como un padre humano da siempre lo mejor.  ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pescado le da una serpiente;  o, si pide un huevo, le da un escorpión? De un pescado y unos huevos para comer a una serpiente o peligroso escorpión es obvio dónde está lo bueno. Si eso lo hace alguien que es, o puede ser malo, malo, cuando más hará por nosotros Dios que es bueno. El Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan.


Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. Dios no apaga nunca su celular. Su permanente actitud para escucharnos mantiene su número siempre abierto. Saludos.


                                         P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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