7/20/2013

MINUTO DOMINICAL “¡Sentad@s sus pies¡”



21 de Julio de 2013.  Domingo 16° Tiempo Ordinario. Ciclo C –
Evangelio de San Lucas 10, 38-42
Me llamo María. El  Maestro vino a mi casa. Encuentro que jamás había soñado. No podía dejar para esta ocasión. Entré en mi tienda Él entró conmigo, en la tienda o refugio del corazón. Fui apagando todas las luces, los brillos y reflejos del exterior. Una sola vela estaba encendida: el Maestro hablaba. Así como la llama saca de la cera su vida y la hace luz,… …deje que la llama tomase vida, y fuera creciendo, poco  a poco, hasta ser luz. LA LUZ ESTABA FRENTE A MI. María, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Hice silencio. Dejé de lado todas las actividades que, a primera vista, me urgían, y que distraían a mi hermana: Marta estaba atareada en muchos quehaceres.  La dejé en sus cosas que la absorbían y que, en el momento, no le dejaban abrir su tienda a la escucha del maestro. Entrando en mi corazón, cerré mis ojos, y pedí el don del Espíritu para que abriera mi mente para escuchar comprendiendo y abriera mi corazón para  contemplar orando.

Las palabras del Maestro resonaban en mi tienda, en mi casa, en mi interior. Me incliné hasta el suelo, diciendo: “Señor mío, si quieres hacerme un favor, te ruego que no pases de largo delante de tu servidor” (Cfr. Gn 18, 2-3) El Maestro no pasó de largo. En mi silencio me leyó mi vida mientras yo compartía la suya: mis inquietudes, lo que me agita, mis dolores y sufrimientos, mis penas, mis esperanzas, y fue comprendido sus palabras: una sola cosa es necesaria. Me explicó y ayudó a la comprensión de la escritura, de su Palabra (Cfr. Lc 24, 25) y en el silencio fui entrando en sintonía con Él.

Y  ¿Y qué me dijo su voz? En aquel momento pasó el Señor,.. .Se oyó  un sonido suave a la entrada…  ¿Qué haces ahí Elías? (Cfr.  1 Re19, 11-13). El Señor me preguntó: ¿Qué dices tú de mi palabra? ¿Qué dice tu vida de Mí? Sentado en mi tienda frente al Señor, con la Luz de su Palabra iluminándome: revisé mi vida, mis caminos, mi compromiso, mi respuesta como discípul@,.. mi situación y estilo de vida.

¿Y qué le respondo? ¿Qué le digo al Señor que está en mi tienda, en mi casa?. ¿Qué me pide y que me propone el Señor?. Incliné mi cabeza. Medité un tiempo. ¿Qué le puedo decir?.  Señor, Tú me conoces y me sondeas, me conoces cuando me siento y cuando me levando,.. ..Tú conoces todos mis caminos.  ¡Señor, me cuesta darme un tiempo para escucharte, para escuchar tu palabra, para escuchar con el corazón lo que Tú quieres y esperas de mí. Soy Marta: Marta estaba atareada en muchos quehaceres. No tengo tiempo para ti, ni en la semana, ni los domingos,.. …tengo mucho trabajo y muchas preocupaciones, mi familia, mis hijos, mis…

María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada. Y aunque es la mejor parte cuánto me cuesta elegirla. ¡Cuánto me cuesta darme un tiempo y darte un tiempo¡ ¡Tú y yo solos en mi tienda, en mi casa, que es mi persona y mi vida. ¡Señor no dejes de pasar y quedarte, con frecuencia, en m tienda en mi casa, aunque me veas muy ataread@ con mis cosas¡ ¡Gracias, Señor, por venir a mi casa¡


                                                             P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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