5/31/2013

MINUTO DOMINICAL
            

 “Denles de comer”

02 de Mayo de 2013.  Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. - Evangelio de San Lucas 9, 11-17

Jesús acogió y volvió a hablar a la multitud del Reino de Dios… ...una gran multitud llenaba las calles. No se si gritaba mucho o mas bien trataban de avizorar y escuchar al Maestro. Llegaron a las puertas, de un Templo.., de un Ministerio.., de  una calle importante,.. y gritaban. Buscaban algo... Querían algo…. Tenían hambre. ¿De qué? ¿Qué buscaban? ¿Qué ansiaban? ¿Qué quería esa multitud?. Los discípulos de Jesús están con Él y ven el comportamiento de la gente. Su discurso era sobre el Reino de Dios. Cuando la gente se dio cuenta que se marchaba, lo siguieron. En los prados de palestina o en muestras calles hoy, la multitud busca, en silencio, con gritos, con una procesión, con una oración, con una marcha…

El lugar es desierto. Lugar de lucha, de exigencia, hasta de penuria. No hay expectativas ni posibilidades cerca: que vayan  a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento. Los medios son pocos. Parece que no hay más que cinco panes y dos pescados. Los bienes son siempre pocos y las necesidades muchas, nos dicen los economistas. Y hay ciudadanos que viven en el desierto de la carencia y necesidad. San Lucas recuerda sus carencias: Tenían necesidad de ser sanados,.. ..busca de albergue y alimento,.. ….enfermedad, hambre del pan de cada día, del pan del trabajo, del pan de la cultura, del pan de la sanación, del pan del techo que los cobije, del pan del Reino, del que está hablando Jesús y por cuya razón lo siguen.

            Denles ustedes de comer. Las palabras de Jesús son fuertes y desafiantes. Los discípulos recogieron el reto e inmediatamente evaluaron la posibilidad: No tenemos más que cinco panes y dos pescados. ¿Quién tiene que darles de comer? A no ser que vayamos nosotros a comprar para toda esa gente. Porque eran alrededor de cinco mil hombres. ¿Estaba en sus manos la posibilidad de hacerlo? Las multitudes de nuestra sociedad también se reúnen. Gritan y piden: cultura, pan, casa, mejores posibilidades de vida, mejor tratamiento sanitario, mejor trato en el trabajo, respeto,.. Tienen hambre; hambres en muchos aspectos de sus vida cuyas necesidades consideran insatisfechas. Y los discípulos estamos ahí. Estamos aquí escuchando la petición de Jesús: Denles de comer. ¿Está en nuestras manos la posibilidad de hacerlo? Hay que preparar la Mesa. “Una mesa para Chile” que responda  las hambres de nuestra sociedad. En ella tenemos y debemos comprometernos para que se ponga pronto y bien esta Mesa. Que tengan su silla los más postergados y que no se lleve la mejor, ni más comida, para unos y se margine a otros. En nuestras sociedades modernas es tarea  de los estados responder a las necesidades y satisfacer los requerimientos  justos de los ciudadanos: alimentación, casa, salud, educación,.. ...calidad de vida. ¿Y los creyentes, los discípulos de Jesús, quedamos cesantes y liberados de esta responsabilidad? El mandato de Jesús sigue vigente para nosotros: Denles ustedes de comer. Y nuestro compromiso con Cristo y con la multitud es luchar para que la sociedad, de la que formamos parte, ponga la mesa con justicia y solidaridad, privilegiando a quienes sólo le llegan migajas que caen de la Mesa.

            Pero hay un Pan que no podemos dejar de servir y proporcionar a nuestros conciudadanos, nosotros los discípulos de Jesús, el Pan del reino, el Pan de Cristo, el Pan de la Eucaristía. Hay un hambre que ni con el estómago lleno se quita, ni la saciedad de un banquete resuelve: la fe; el sentidlo del camino que recorro; la esperanza que me anima, la indignación ética de ver que tantos hermanos están debajo de la mesa con el plato vacío. El pan de Cristo, el Cuerpo de Cristo, el Corpus Christi, alimento de peregrinos, que se sirve en Comunidad para la vida de los discípulos. Cristo a quien recibimos, oramos y adoramos.  Y, el Papa Francisco, para este domingo a las 11.00 hrs, nos invita a unirnos en adoración frente a Cristo Pan de Vida, para aprender de Él a ser: mesa, pan y servidores de los hermanos. Saludos.
  
                                                                        P. Esteban Merino Gómez, sdb.

No hay comentarios: