“Tomar la opción de cruzar la puerta”
13 de Enero de 2013. Bautismo del Señor – Primer Domingo
de Durante el Año. Ciclo Anual “C” --- Evangelio
de San Lucas 3, 15-16.21-22
¿Se
acuerda de la fecha de su Bautismo? La foto que ilustra este cometario nos hace
recordar las que fotos que guardamos en nuestras familias de nuestro Bautismo y
del de nuestros hijos. La mayoría hemos sido bautizados siendo niños. Jesús
tiene unos 30 ó 33 años, camina por su tierra de Nazaret junto al Lago. Juan, llamado el Bautista está invitando al
cambio, a la conversión, a tomar en
serio a Dios, e invita a este gesto de purificación y compromiso. El pueblo estaba expectante y andaban
todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo. Esperaban al
ungió de Dios, el Mesías o El Cristo. Todo el pueblo se estaba bautizando. Jesús da el
primer paso para iniciar su misión. Es el momento. Es adulto, en plena
conciencia de su camino y del llamado de Dios. Momento transcendental que lo
vive con profundidad y en oración. Es el momento del llamado de la voz de Dios.
Jesús, ya bautizado, se hallaba en
oración, se abrió el cielo, bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal,
como una paloma; y vino una voz del cielo: «Tú
eres mi hijo; en ti me complazco.» El llamado es claro. La tarea inminente. Hay que comenzar el anuncio
del Reino. Comienza la tarea con el Bautismo y el Espíritu que lo unge para su servicio de profeta.
Y
sigo mirando las fotos de mi bautismo. Tengo 36 años, estoy bautizado pero no
convencido del Espíritu que me mueve ni de la tarea de ser profeta. Fueron mis
padres y padrinos quienes me llevaron a la Iglesia con pocos días de
vida. Me regalaron esta celebración recién nacido, pero no me han regalado la
experiencia de un camino de fe. Rezo el credo cada vez que voy a la misa un día
domingo. Pero no sé si es mi credo, mi fe. Era demasiado niño y los sacramentos
como primera comunión y matrimonio son un rito requisito para una gran fiesta.
Y aquí estoy: 36 años y un soy un niño, un infante en la fe.
«La puerta de la fe»… …Atravesar esa puerta
supone emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con el bautismo. Sí, en el Bautismo
Jesús cruzo la puerta e inicio su misión. Con mis 36 años estoy en su edad. Soy
un cristiano en edad adulta. Del bautismo todo lo que tengo es una fecha y unas
fotos. No me decido. Me cuesta. Esa
puerta de la fe no me he decidido a cruzarla. Muchas veces digo que ”me bautizaron, que yo no me bautice”. Y estoy a la puerta,
parado ante ella. En ocasiones me inclino y echo una mirada. Pero me quedo a la
puerta, fuera, no entro. No me pongo en camino. No me involucro.
Y
el tiempo pasa. Los acontecimientos de mi vida se desgranan con sentidos
diversos y, en ocasiones, contradictorios. Sé que es el momento pero me cuesta tomar la opción
y cruzar la puerta. Hacer de mi Bautismo, ese rito recibido recién
nacido, una opción personal, una decisión propia, con contenido, con
misión, con tarea. Mi Bautismo y
Mi Misión supone
emprender un camino que dura toda la vida, pero me cuesta hacer de ese camino
una opción personal y propia. ¿Bautizado siendo niño? ¿Bautizado por
opción?¿Bautismo intranscendente, pasado por agua por una fiesta familiar y
social?¿Tomó la opción de cruzar la puerta y emprender el camino de vida como
bautizado o le cayó el agua y no es cosa suya? Es el año de la FE, es el año de su FE.
Saludos.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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