10/19/2012

MINUTO DOMINICAL
“¡ SEÑOR  O  SERVIDOR ¡”

21 de Octubre de 2012. Domingo 29° del Tiempo  Ordinario –  Ciclo Anual “B”   
Evangelio de San  Marcos   10, 35-45

Con el tiempo que llevábamos con Jesús ya nos conocíamos  bien. Éramos una comunidad en la que nos conocíamos entre nosotros y a nuestras familias. Por eso que la pregunta de Santiago y Juan, siempre muy especiales los Zebedeos, nos sorprendió y nos enojó un poco: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Todos en el grupo, en la Comunidad, pensamos tener ese derecho. En nuestros Consejos Pastorales, encuentros de Comunidad y de Grupos, actividades comunitarias surge, con cierta frecuencia, la discusión de la autoridad en la toma de decisiones o en las responsabilidades en nuestro grupo o en la comunidad. Los dirigentes  de la Comunidad siempre reclaman que los dejan solos en las tareas y a los miembros del grupo les queda la sensación de que no les informan o no les consultan en la toma de  decisiones y a la hora de  repartir las cargas o tareas de la vida de la Comunidad, y que algunos se sienten “señores  o dueños” y otros “servidores”.

            Jesús les clarifica lo que significan “los privilegios”: ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?» Resumido: tener un puesto de privilegio se logra por la actitud con la que se vive en la comunidad. No se solicita por amistad o supuesto derecho adquirido. «Sí, podemos.» Todos los que estamos en la Comunidad estamos con ese espíritu: vivir nuestro bautismo en el servicio a la comunidad y a la zona  en la que estamos. ¡Por eso nos molesta que haya privilegios¡ Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. En el consejo, o en mi grupo, Jesús nos habría dicho lo mismo, calmando a quien reclamaba y haciendo entender la falta de  sentido de la petición de preeminencia que pedían los Zebedeos.

            El ejemplo que nos puso el Maestro nos dolió un poco al compararnos con los grupos de poder o autoridad en la sociedad: “Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor” ¡Nosotros somos diferentes¡ ¡Somos una Comunidad Cristiana¡ La diferencia que propone es el corazón de su intervención: “No sea así entre ustedes”. Nosotros los discípulos de Jesús, la Comunidad Cristiana a la que pertenezco, tiene  como distintivo las mismas actitudes de Jesús. Aunque somos conscientes que en ocasiones  nos cuesta la “autoridad”, la “supremacía” de alguno en la comunidad que viene dada por las propias actitudes de Jesús: El Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.

            Los dos rasgos que definen la grandeza del discípulo son las características  que el Maestro se aplica a sí mismo: el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,  y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos. “Siervo”, (doulos: esclavo, servidor) y “Servidor” (diákono: sirve a la mesa como Marta), no pide ser servido sino que da su vida por los demás. En este DOMINGO UNIVERSAL DE LAS MISIONES: LA FE SE FORTALECE DÁNDOLA, discípulo misionero en Tiempo de Misión: servidor, disponible, ni dominador, ni opresor, sea cual sea el ministerio, servicio, que tiene en la Comunidad. Saludos. ¡Buen Domingo¡

 

P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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