MINUTO DOMINICAL
“Sanear el corazón con el perdón”
23
de Febrero de 2014.
7° Domingo
Durante el Año - Ciclo A
Evangelio
de Mateo 5, 38-48
Camino como peregrino tratando de
subir la montaña recordando lo que dice
el Maestro: sean perfectos como es perfecto el Padre
que está en el cielo, pero cada
día se me va haciendo más pesada mi mochila, cada día pesa más, y cada jornada,
me siento más cansado y finalmente me he parado porque no puedo más y he comenzado a sacar todo lo
que llevo dentro, para ver que es lo que tanto me pesa, lo que me agota en mi
ascenso. Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Y mi mochila se
ha ido llenando de… piedras, de pesos,…
Sí, he
dejado que se haya sedimentado en mi corazón muchos recuerdos negativos, algunos
desasosiegos por desavenencias, algunos guijarros rotos de discusiones, y he
seguido caminando,.. y pesan. He seguido
caminando y he recordado: al que quiera pleitear contigo para
quitarte la túnica déjale también el manto, y me gusta tener la razón y discuto, y no olvido las discusiones y
divergencias. Y sigo caminando; y mi mochila pesa cada día más.
No llego
a odiar a los demás, pero estos desencuentros, dejan peso, montones de piedras
en mi mochila y me dificultan mis pasos
como discípulo, que se notan cansinos y vacilantes. Me voy llenado de
sedimentos de cosas guardadas, no olvidadas, de rencorcillos alimentados en
silencio, de piedrecillas que guardo celosamente en mi mochila,… y siguen
amontonándose,.. y cada día pesan más,..
Han oído que se dijo:
Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo les digo: Amen a sus
enemigos y rueguen por los quienes los
persigan. Y la novedad del Maestro es contundente en el
perdón: "Han
oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo les digo: no
resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele
también la otra: por eso que
trato de sacar las piedras de mi mochila
e ir sanando mi corazón, con el perdón, con el
olvido y el servicio, A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le
vuelvas la espalda, especialmente con quienes tengo una deuda y que no me resulta obvio ni
natural el buen trato con ellos, rompiendo las fronteras, las nuevas fronteras
que el Maestro: Porque
si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo
también los publicanos? Y esta es la novedad del perdón que es un
camino de sanear el corazón sacando y descargando las piedras, los choques, los
odios, los rencores, los malos recuerdos, los pesos que aún quedan en mi
corazón. El perdón me hace discípulo y sana el corazón.
En este séptimo domingo del ciclo A, que no siempre leemos en razón de la fecha de inicio de la cuaresma, la novedad es el corazón del Sermón de la Montaña de este capítulo 5 de Mateo: Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y rueguen por los quienes los persigan. Saludos.
En este séptimo domingo del ciclo A, que no siempre leemos en razón de la fecha de inicio de la cuaresma, la novedad es el corazón del Sermón de la Montaña de este capítulo 5 de Mateo: Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y rueguen por los quienes los persigan. Saludos.
P. Esteban
Merino Gómez, sdb.
.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario