2/22/2014



img_2500_ch[1]MINUTO DOMINICAL
“Sanear el corazón con el perdón”

img_2500_ch[1]23 de Febrero de 2014.img_2500_ch[1]  7° Domingo  Durante el Año -  Ciclo A
Evangelio de Mateo 5, 38-48
            Camino como peregrino tratando de subir  la montaña recordando lo que dice el Maestro: sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo, pero cada día se me va haciendo más pesada mi mochila, cada día pesa más, y cada jornada, me siento más cansado y finalmente me he parado porque  no puedo más y he comenzado a sacar todo lo que llevo dentro, para ver que es lo que tanto me pesa, lo que me agota en mi ascenso. Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Y mi mochila se ha ido llenando de… piedras, de pesos,…
Sí, he dejado que se haya sedimentado en mi corazón muchos recuerdos negativos, algunos desasosiegos por desavenencias, algunos guijarros rotos de discusiones, y he seguido caminando,.. y pesan.  He seguido caminando y he recordado: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto, y me gusta tener la razón y discuto, y no olvido las discusiones y divergencias. Y sigo caminando; y mi mochila pesa cada día más.
No llego a odiar a los demás, pero estos desencuentros, dejan peso, montones de piedras en mi mochila y me dificultan  mis pasos como discípulo, que se notan cansinos y vacilantes. Me voy llenado de sedimentos de cosas guardadas, no olvidadas, de rencorcillos alimentados en silencio, de piedrecillas que guardo celosamente en mi mochila,… y siguen amontonándose,.. y cada día pesan más,.. 
Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y rueguen  por los quienes los persigan.  Y la novedad del Maestro es contundente en el perdón: "Han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo les digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: por eso que trato de sacar las piedras de  mi mochila e ir sanando mi corazón, con el perdón, con el  olvido y el servicio, A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda, especialmente con quienes  tengo una deuda y que no me resulta obvio ni natural el buen trato con ellos, rompiendo las fronteras, las nuevas fronteras que el Maestro: Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y esta es la novedad del perdón que es un camino de sanear el corazón sacando y descargando las piedras, los choques, los odios, los rencores, los malos recuerdos, los pesos que aún quedan en mi corazón. El perdón me hace discípulo y sana el corazón.
           
En este séptimo domingo del ciclo A, que no siempre leemos en razón de la fecha de inicio de la cuaresma, la novedad es el corazón del Sermón de la Montaña de este capítulo 5 de Mateo: Han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y rueguen  por los quienes los persigan.   Saludos.

         P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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