10/01/2016

“Perdón, fe y servicio”  
                                                                                                                                

02 de Octubre de 2016 –27° Domino Ordinario                                                                           
 Ciclo Dominical “C” –  San Lucas  17, 3-10

Al comenzar este capítulo de Lucas Jesús cambia  de  auditorio y se dirige  a sus discípulos en el camino hacia Jerusalén. Sus enseñanzas  van dirigidas  a la comunidad, a los seguidores, a los discípulos, a los apóstoles y plantea las exigencias del camino y las relaciones de las comunidades de los  cristianos. Tres temas son los que revisa: el perdón,  la fe y el servicio.
Es central el tema del Perdón. Es distintivo de los discípulos de Jesús y en las relaciones de comunidad, de familia y  con el mundo en el que viven las nuevas comunidades cristianas. En las  relaciones humanas y en la comunidad la capacidad de reencontrase, de perdonarse y reanudar la convivencia es vital en nombre de Cristo y como fruto e sr discípulos. Si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónala. Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arrepentido y te dice: "Lo siento", perdónalo. La fe que compartimos nos llama a la corrección y al perdón como el mismo Dios nos perdona  a cada uno a cada una de nosotros. Es además una ofensa que puede hacerse pesado, ofensivo en demasía y hasta capaz de hacer nacer en nosotros el rencor. La propuesta es no cerrarse a la corrección y al perdón.
             El segundo tema es la Fe. Los discípulos, la comunidad, es consciente de su poca fe y parten pidiendo  al Señor: “Auméntanos la fe”.  Y la parábola  del grano de mostaza ejemplifica la pequeñez y hasta la insignificancia de nuestra fe. La poca confianza en el Señor, y el poco convencimiento que Él está en nuestra vida y la poca fidelidad, como consecuencia de este olvido, el alejamiento,  y el poco compromiso. ¿Cómo se que tengo fe?. Algunos dicen: creo  a mi manera, pero en su vida se nota muy poco, o nada,  esta fe que se proclama de palabra pero no se hace realidad en la vida. “Señor, Auméntanos la fe”. 
            El tercer es el Servicio. El discípulo es servidor, porque el Maestro, Jesús es servidor. En la comunidad es un tema central. La fe se juega en el servicio a los cercanos y conocidos, a los hermanos de la comunidad y a todos quienes me encuentro en mi vida. Es un distintivo de los cristianos. Lo que hagan a uno de estos pequeños me lo hacen a mí. La identificación de Jesús con aquellos  a quienes servimos o deberíamos servir es el centro del mandato del amor cristiano. Este servicio es obligación,  consecuencia lógica de la fe que declaramos, por eso que no se considera nada extraordinario, ni digno de especial felicitación o premio, sino la realización eficaz del compromiso bautismal asumido por ser creyentes y el Señor. El Maestro no es exigente en exceso, como alguno podría pensar, por las palabras  a su siervo  que reconoce que “sólo h hecho lo que debía hacer”.
            En este tiempo de Misericordia es tiempo de renovación aprendiendo pedir perdón para que sean misericordiosos con nosotros, pidiendo que nos aumente la fe y viviendo cada día con más empeño y profundidad nuestro servicio renovando, nuestro discipulado. Saludos.


                                      P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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