19 de junio de 2016 – 12° Domingo Ordinario
Ciclo Dominical
“C”
– San Lucas 9, 18-24
“Cargar la Cruz”. El Maestro nos desafía este domingo a cargar la
cruz: el que
quiere seguirme, que renuncie a sí mismo que cargue con su cruz cada día y me
siga. Cargar la cruz mientras
Él se dirige a Jerusalén para su pasión. Hasta un hombre llamado Cireneo le
ayudará a llevarla. Hemos visto estos días
la cruz en al calle, en la Alameda pero no la cargaban para ayudar al
Maestro, sino sin mirarlo y despreciándolo.
“Cargar la Cruz”. El Maestro oraba a solas. Les pregunta a sus
discípulos: ¿Quién
dicen que soy yo?. La respuesta de las piedras y los palos se asemeja
al momento en el que lo aprendieron en el Huerto de los Olivos. Pero no parecen
ser Cireneos que quieran ayudarle a llevar la cruz, no le ayudaron a llevar su
cruz ni al Maestro ni a tantos jóvenes que llevan muchas cruces por sus
carencias y necesidades, por las
injusticias que sufren,.. “Tú eres el Mesías de Dios”. Pedro está seguro de lo que dice pero entiende
e interpreta erradamente el mesianismo del Maestro. No piensa Pedro en las
fotos que presentamos, en un mesianismo del Cristo desecho, roto, partido,
arrastrado, demolido, con rostros vociferantes, muy concorde con quienes
estaban en camino de Jerusalén el día de la pasión. Pasión de la habla el
Maestro, y que a Pedro le parece un suceso inverosímil en la vida del Cristo. El hijo del hombre
debe sufrir mucho, ser rechazado.. ser condenado a muerte y resucitar.
Una representación vital de la pasión se hizo en nuestras calles,… En ellas se rememoró este
episodio en las vidas de tantas personas en la ciudad, mientras el Cristo roto
es llevado, ya sin cruz.
“Cargar la Cruz”. ¿Quién
dicen que soy yo?. Unos dicen,… Se han dicho tantas palabras estos
días sobre el Cristo roto en la calle. Sobre quienes, rota su vida, sus
esperanzas, su capacidad de dialogar, su nula actitud para escuchar, su… están
rotos y rompen todo cuanto encuentran para hacer patente sus roturas vitales y
sus quiebres.
“Cargar la Cruz”. Jesús oraba a solas. Ya en ese momento estaba
cargando su cruz y levantando su vista
para acoger en la misericordia y perdón a la muchedumbre. El que quiere seguirme, que renuncie a sí
mismo que cargue con su cruz cada día y me siga. Y es el momento de
seguirlo, de cargar nuestra cruz, que puede ser la causante de esta
destrucción, de su rostro irreconocible. Y sabemos que somos culpables, que
ayudamos a partirle su cara en los hermanos y sufrientes, en los marginados y
olvidados, en quienes no pueden nacer, en quienes son olvidados en las periferias de la ciudad
en sus carencias y necesidades. Cristo
sigue sufriendo su pasión en nuestras
calles.
“Cargar la Cruz”. Es nuestra tarea hoy siguiendo al Maestro como
discípulos. No hay que buscarla. Está en nuestras vidas. “Cargar la Cruz”. Y poner perdón
y misericordia, en el año de la Misericordia, para quienes,consciente o inconscientemente no sabían lo que hacían.“Cargar la Cruz”. Y perdonar.“Cargar la Cruz”.
Cruz”. Y hacer de la Alameda, de nuestras calles, de nuestras ciudades, de nuestras vidas, una presencia activa de fe que nos haga rostro de Cristo, de discípulos misioneros, que hablan, actúan, en nombre de Cristo.
Saludos. P. Esteban Merino Gómez, sdb
Cruz”. Y hacer de la Alameda, de nuestras calles, de nuestras ciudades, de nuestras vidas, una presencia activa de fe que nos haga rostro de Cristo, de discípulos misioneros, que hablan, actúan, en nombre de Cristo.
Saludos. P. Esteban Merino Gómez, sdb






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