“La
Alegría del amor que viven el Padre, el Hijo y el Espíritu…
22 de Mayo de 2016 – Santísima Trinidad Ciclo Dominical “C” – San Juan 16, 12-13
22 de Mayo de 2016 – Santísima Trinidad Ciclo Dominical “C” – San Juan 16, 12-13
La alegría del amor que se
vive entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es la alegría de las familias
es también el júbilo, la alegría de la de la Iglesia. La alegría de la Familia de Dios es la Fiesta que hoy día celebramos.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que siendo un solo Dios, viven la
alegría de su unión en el amor que los distingue y define.
La alegría de Dios que es Sabiduría
creadora. Desde el momento en que se afirmaban los cielos y la
creación era la alegría de Dios, compartiendo con y en las criaturas toda su
alegría, su bondad, su sabiduría y haciendo de la creación el primer evangelio,
la primera buena nueva, reveladora de su corazón,.. y vio Dios que era bueno.
La
alegría de Dios es su Hijo. La alegría de Dios somos sus hijos. Como en una familia, la
alegría de Dios es su Hijo, somos sus hijos. Con nosotros goza, con nosotros se
deleita, con nosotros vive y revive, con nosotros, día tras día se hace
creador, Padre, “papá”. Cuando ponía un límite al mar, cuyas aguas no traspasan su
mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él,
como aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su
presencia: jugaba con la bola de la
tierra, gozaba con los hijos de los hombres.» La alegría de Dios es su Hijo, Sabiduría, Eterna Sabiduría del
Padre que
cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad plena, como
promesa del Hijo que les habla del Padre.
La alegría de Dios es nuestra paz
por medo de Nuestro Señor Jesucristo. Por la
fe en él nos gloriamos y en la esperanza que se hace nuestra gloria nos colma
de la dicha de nuestra salvación. La alegría de Dios es el amor que ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos infunde el amor, lo engendra en nosotros, lo
fortifica y germina para que sea amor a
los hermanos, y lo colma con su premio,
justicia a sus mismos dones regalados.
La alegría de Dios es su Unidad: uno en el
Padre, en el Hijo, en el Espíritu Santo. Y todo lo que es del Padre
es mío, .. y él recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes, como Dios Uno,
vive la unidad es su diferenciación de personas, un solo Dios, un solo Señor,
pero no una sola persona, sino tres Personas distintas de una misma naturaleza,
cuyo ser es la dicha de su unidad, pues
donde está uno, están los tres, y cada uno en su diferencia tiende y vive de la
unidad.
La alegría de Dios es la alegría de la creación, Laudato sí, mi Signore, alabado seas mi
Señor. Te alabamos Padre, con todas tus creaturas, que salieron de tus manos.
Son tuyas, y están llenas de tu presencia de tu ternura. Alabado seas. La alegría de Dios, la alegría de la creación, de todos sus seres, de
toda su creación. Son nuestra alegría, la alegría de todos los pueblos, la
alegría de los niños y de los jóvenes, la alegría de la creación, la alegría de
la Familia de Dios. La alegría del amor que se
vive entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es la alegría de las familias
es también el júbilo, la alegría de la de la Iglesia. Amén. Saludos.
P. Esteban Merino
Gómez, sdb

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