1/03/2015

 “¡Buscadores de respuestas ….y sin internet¡”
img_2500_ch[1]

04 de  Enero  de  2015.img_2500_ch[1]  SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR – Ciclo B -  Evangelio de Mateo  2, 1-12

¡Muy Feliz año 2015¡ La fiesta del Nacimiento de Jesús no estaría completa si no rompiera las fronteras de la aldea de Belén y de la cercana capital de Jerusalén. En cierto modo los judíos pensaban que Dios, su Dios, era solamente para ellos, para su tierra. Es el Dios de Israel, Dios de Isaac, Dios de Jacob, de su Pueblo al que llamamos Pueblo  de Dios. Así se consideraban ellos: Nosotros seremos Tu Pueblo, Tú serás nuestro Dios. No era diferente en los pueblos circundantes con respecto a sus dioses, su territorio,  y  cada dios actuando en sus fronteras.
Aunque Isaías ya vislumbra otra realidad diferente (Primera lectura), y ve que vienen pueblos de lejanos y legendarios lugares a Jerusalén a buscar a un Dios que no conocían y por el que son atraídos. Llegarán de Madián, Efá, Sabá, famosa por su reina, de Cedar, de Nebayot, de Tarsis,  de Arabia, de Oriente,… Se han roto las fronteras de los dioses encerrados en las fronteras de los pueblos, de sus tierras, sus idiomas, de sus tribus, clanes y familias,.. Dios está, invita y abre la puerta  a todos los pueblos. San Mateo retoma esta tradición y los hace llegar a los pies de un niño, esperado como soberano y adorado como Dios.
Y vienen unos extranjeros: del lejano Oriente. Llevan riquezas que les amerita ser llamados reyes; llevan incienso que les confiere el digno honor de ser creyentes en los dioses: solo para Dios es el incienso; llevan mirra que dignifica la humanidad de quien la trae y la cercanía humana de aquél  a quien se le ofrece. Y están buscando respuestas. Han visto signos. Y son llamados sabios, estudiosos de los astros, escrutadores del firmamento, que oran en la noche y observan las estrellas,… y volvieron sus ojos a las nubes, a la “nube” diríamos nosotros hoy, y pusieron preguntas en google en internet, y buscaban respuestas: ¿Hay un Dios para todos los Pueblos? ¿Se ha dignado hacerse pequeño? ¿Es tan grande que hasta nosotros, reyes, sabios, poderosos, debemos considerarlo superior a todos cuantos lo buscamos, y nos postrarnos  ante Él para adorarlo?
Y se ponen en camino. Dejan su tierra, sus reinos, sus ejércitos, sus escoltas,… porque este Dios no tiene fronteras y están seguros que los recibirá. La tradición los llama Melchor, Gaspar, Baltasar,… uno de Ellos es el Rey Negro, tampoco hay razas o pueblos vetados para Dios. Entiende todos los idiomas y ha terminado con todas las fronteras. Y lo encontraron. Y no tenían internet, ni la red, ni google, donde hoy día buscamos y pensamos encontrar todas las respuestas. Pero habían aprendido a levantar la vista y a contemplar, a escuchar el silencio de la noche y las voces de las estrellas, a oír el susurro del viento y la voz de la belleza, a rumiar con el corazón en paz las palabras sabias,.. y se iluminó una luz, se manifestó, el Dios Niño, y los astros que salieron de su mano hicieron un vía con un destello especial de su sabiduría que encandiló su inteligencia e iluminó su caminó. Muy diferente de la experiencia de Herodes que solo miraba el suelo, la tierra, su reino y su mundo, y temió que el que venía se lo robara o saqueara y hasta en su nombre mató a inocentes, para malograr, si podía, su reinado. Y no pensó nunca ir  a dorarlo sino que mintió para servirse de quienes con sinceridad lo buscaban.
Mirar al cielo no es lo mismo de poner parabólicas. Mirar al cielo no es lo mismo de conectarse a la red. Mirar al cielo y tener esperanza en Dios que se manifiesta de nuevo no es colocar una pregunta en google. Mirar al cielo es saber preguntarse y no apartar la vista hasta que una estrella brille diferente y haya una vía láctea de Dios que me sugiera sus caminos. ¡Esta fiesta es para buscadores¡  Quien tenga un reino de  Herodes ya seguro, que no se moleste, no sabrá despegarse y mirar al cielo. Saludos.

         P. Esteban Merino Gómez, sdb.

No hay comentarios: