1/25/2014



“Manos a la obra”

img_2500_ch[1]16 de Enero de 2014.    Domingo   Durante el Año -                              Ciclo A –     Evangelio de San Mateo 4, 12-23

            “El Santo Mateo”, como se lee en el ícono, es quien nos guía este año con su evangelio en la lectura dominical de este ciclo litúrgico  ”A”, entre el año 70-80, para cristianos de origen judío, en Antioquía o Siria, escribe La experiencia de Jesús. Relatada la infancia de Jesús, la aparición del Bautista y el Bautismo de Jesús, es el momento de poner manos a la obra. El momento social lo estimula: Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.   Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaún… …Desde entonces comenzó Jesús a predicar…  El objetivo de su acción está claro: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.» y cumple lo que para San Mateo ha sido profetizado: para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías.

            Para su empresa llama e involucra, inmediatamente, a sus colaboradores. Su empresa no es individual ni individualista e involucra otros actores que tienen que dar su respuesta personal: Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores,..  Sus elegidos para esta empresa son “pescadores”, gente de la tierra, con su tarea y profesión, con sus familias y preocupaciones cotidianas, que viven al lado del Mar de Galilea y en la ciudad de Cafarnaúm y sus alrededores, done el Maestro, tal vez en casa de Pedro, parece fijar su residencia e iniciar su misión.  Y los invita  directamente y  sin rodeos: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.» La respuesta es inmediata y directa. Hasta sorprendentemente rápida y descuidada, abandonando sus casas y sus planes de vida para iniciar el nuevo proyecto, nueva empresa, para su vida. Jesús, manos a la obra, elige sus operarios, sus trabajadores,… Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.

            No lo resolvió todo en un instante. Debió hacer más de un llamado: Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Más tarde llamará al mismo Mateo (9, 9) porque no sobra nadie en la empresa del evangelio.

            Manos a la obra. El mismo Jesús da ejemplo: Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y tenemos que ponernos hoy: manos a la obra. Recorrer las ciudades, los tiempos, los medios modernos, las sociedades, las poblaciones, las casas, las parroquias, las comunidades, los jóvenes, los que están en la frontera, los niños, los postergados, …realizando las acciones que el Maestro convierte en distintivo y paradigma o norma de acción de sus discípulos: enseñando, curando y sanando heridas, anunciando la alegría de la Buena Nueva, la nueva realidad del Reino en la que Dios está presente. En este tiempo de Misión Territorial: una iglesia que escucha, como Jesús, una Iglesia que sirve, como Jesús, una iglesia que anuncia como Jesús.  Manos a la obra. Es Tiempo  de Misión. Saludos.



  P. Esteban Merino Gómez, sdb.

No hay comentarios: