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MINUTO DOMINICAL“La espera con María”
08
de Diciembre de 2013. Domingo 2° de Adviento.
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María
Ciclo
A – Evangelio de San Lucas 1, 26-38
Preparen
el camino viene el Señor: Voz del que clama en el
desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas. Viene el Señor, y con María Dios hace este camino de encuentro con
nosotros. Con María en Adviento, en espera. Juan, el Bautista, está en medio
del río Jordán bautizando e invitado a la nueva historia. Tiene unos treinta
años, medio año más que el Maestro Jesús, que pertenece a su clan familiar.
Allá comenzó la historia: Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de
la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y, entrando, le dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Una mujer
humilde, Miriam, María de Nazaret; estaba en su labores diarias, trabajando con
su manos, sin corona ni lujos, con la humildad de la Sierva, como a sí misma se
llama ante Dios,.. Ella esperaba; espera con la secular esperanza de su pueblo,
con Isaías: El
Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón
a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros. (Cfr Is 7,
14) Ella cantaba la espera y esperanza de su Pueblo, la espera de
los profetas, la espera de Ana, que ansiaba un hijo, y agradece a Dios su visita:
"Mi corazón se alegra con el Señor,
llena de fuerza me siento con Dios;
ya puedo responder a mis enemigos
porque me salvaste, y soy feliz.
No hay otro Santo que el Señor,
nadie hay fuera de ti
ni otra roca fuera de nuestro Dios.
El Señor empobrece y enriquece,
El humilla, pero luego levanta.
Saca del polvo al pequeño
y retira al pobre del estiércol
para que se siente entre los grandes
y para darle un trono de gloria. (1 Sam 2, 1-2.
7-8)
Y en medio de su oración, de su
canto, oración recogida hecha en su casa y a la vez oración comunitaria, con la
esperanza de Israel, recibe la llamada del Señor: «No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien
pondrás por nombre Jesús. Y comienza para ella, y para nosotros, el
Adviento, su espera y nuestra espera, el camino de su hijo en su vientre y el
camino de engendrarse en nosotros por la fe. Le cuesta. No comprende. Teme. Pero
acepta: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí
según tu palabra.” y pone el distintivo central de nuestra fe: la
carne y la sangre humanas del Hijo de Dios. Y su espera la pone en camino: Mira, también
Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes
de la que se decía que era estéril, y se puso en camino para
acompañarla hasta el nacimiento de su hijo Juan, el Bautista. Visita solidaria,
que en este Día de la Inmaculada Concepción se nos invita hacer a nosotros,
visitar a tantos niños, adultos, ancianos, mujeres y hombres que han sufrido
por el destructor tifón en Filipinas, y se nos invita a visitarlos con nuestra
solidaridad, en medio de la Fiesta Primera Comunión de nuestros hijos, de
nuestros niños y niñas, en la espera materna y solidaria de María. Viva esta
Fiesta de familia con la Primera Comunión de nuestros hijos; Fiesta con María
en su espera de Adviento; Fiesta
solidaría con los que sufren. Saludos.
P. Esteban
Merino Gómez, sdb.
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