12/07/2013


img_2500_ch[1]MINUTO DOMINICAL
 “La espera con María”

img_2500_ch[1]                   08 de Diciembre de 2013.   Domingo 2°  de Adviento.   Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María
Ciclo A –  Evangelio de San Lucas 1, 26-38


 Preparen el camino viene el Señor: Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas. Viene el Señor, y con María Dios hace este camino de encuentro con nosotros. Con María en Adviento, en espera. Juan, el Bautista, está en medio del río Jordán bautizando e invitado a la nueva historia. Tiene unos treinta años, medio año más que el Maestro Jesús, que pertenece a su clan familiar. Allá comenzó la historia: Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y, entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Una mujer humilde, Miriam, María de Nazaret; estaba en su labores diarias, trabajando con su manos, sin corona ni lujos, con la humildad de la Sierva, como a sí misma se llama ante Dios,.. Ella esperaba; espera con la secular esperanza de su pueblo, con Isaías: El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros. (Cfr Is 7, 14) Ella cantaba la espera y esperanza de su Pueblo, la espera de los profetas, la espera de Ana, que ansiaba un hijo, y agradece  a Dios su visita:
"Mi corazón se alegra con el Señor,
llena de fuerza me siento con Dios;
ya puedo responder a mis enemigos
porque me salvaste, y soy feliz.
No hay otro Santo que el Señor,
nadie hay fuera de ti
ni otra roca fuera de nuestro Dios.
El Señor empobrece y enriquece,
El humilla, pero luego levanta.
Saca del polvo al pequeño
y retira al pobre del estiércol
para que se siente entre los grandes
y para darle un trono de gloria. (1 Sam 2, 1-2. 7-8)
            Y en medio de su oración, de su canto, oración recogida hecha en su casa y a la vez oración comunitaria, con la esperanza de Israel, recibe la llamada del Señor: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Y comienza para ella, y para nosotros, el Adviento, su espera y nuestra espera, el camino de su hijo en su vientre y el camino de engendrarse en nosotros por la fe. Le cuesta. No comprende. Teme. Pero acepta:  “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” y pone el distintivo central de nuestra fe: la carne y la sangre humanas del Hijo de Dios. Y su espera la pone en camino: Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril, y se puso en camino para acompañarla hasta el nacimiento de su hijo Juan, el Bautista. Visita solidaria, que en este Día de la Inmaculada Concepción se nos invita hacer a nosotros, visitar a tantos niños, adultos, ancianos, mujeres y hombres que han sufrido por el destructor tifón en Filipinas, y se nos invita a visitarlos con nuestra solidaridad, en medio de la Fiesta Primera Comunión de nuestros hijos, de nuestros niños y niñas, en la espera materna y solidaria de María. Viva esta Fiesta de familia con la Primera Comunión de nuestros hijos; Fiesta con María en su espera de Adviento;  Fiesta solidaría con los que sufren.  Saludos.
                    
                                               P. Esteban Merino Gómez, sdb.

No hay comentarios: