6/20/2015

MINUTO DOMINICAL
“¡Crucemos a la otra orilla¡”

21 de Junio de 2015.
Domingo 12° del Tiempo Ordinario-  Ciclo “B” –                                         
Evangelio de San Marcos 4, 35-41
La barca está en la mitad del mar. Estamos cruzando, en medio de la calle, en medio del río, en medio de la ciudad, en medio del mar. Tenemos que cruzar. Una nueva orilla, nueva realidad, nuevo rumbo nos espera al otro lado. Al atardecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: "Crucemos a la otra orilla del lago." Una nueva frontera se presenta al otro lado. Una sociedad diferente; una opinión pública diferente; un país, un continente diferente;… tenemos que cruzar, salir e ir hacia a la nueva realidad, hacia la otra orilla. Tenemos  que ir por mar, por tierra, por buenos o malos caminos. Podemos naufragar, perdernos, hundirnos. Hasta tememos perder la vida: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?"   ¿Por qué tenemos miedo? ¿Qué vientos y tempestades nos hacen naufragar, hundirnos?
Pero en la barca está quien guía nuestra travesía y da seguridad a nuestra nave: El Maestro. Él entonces se despertó. Se encaró con el  viento y dijo al mar: "Cállate, cálmate." El viento se apaciguó y  siguió una gran calma. Después les dijo: "¿Por qué son tan  miedosos? ¿Todavía no tienen fe?". El cruce a la otra orilla es guiado y sostenido por quien nos ha dado el mandato de aventurarnos a cruzar hacia la nueva realidad, nueva frontera, nuevas necesidades, para hacer presente su Buena Nueva. Aunque no hemos aprendido a asombrarnos y confiar que Él está en nuestra barca: "¿Quién es éste, que hasta el viento y el  mar le obedecen?"  Y seguimos bogando.
La barca de la Iglesia es zarandeada por el vendaval. Casi le entra el agua. Parece zozobrar. Este texto, en la versión del evangelio de San Mateo (14, 22-33) es el que motiva la vida de la Iglesia en Chile, para estos años en las Orientaciones Pastorales 2014-2020, como grafica la foto que hoy hemos elegido. Es la imagen de lo que sucede en la Iglesia y en cada uno de nosotros. Los sobresaltos, los miedos, las tempestades de todo tipo nos atemorizan cuando Jesús está ausente, cuando Jesús nos falta,.. . Y al estar presente, hay que reconocer que su fuerza y su ayuda es la respuesta. La Palabra firme del Señor nos da la paz, venciendo las fuerzas del mal. Esta Iglesia, guida  por el Maestro y superando los miedos  y desafíos quiere llegar a la otra orilla salir al encuentro, cruzar la calle, hacernos cercanos a la gente de nuestras poblaciones, ser una Iglesia, una diócesis, una parroquia, una comunidad que escucha, anuncia y sirve. Aprendiendo a pescar en esta nueva orilla. APRENDIENDO A ESCUCHAR: salir a visitar, invitar, acompañar, pedir sugerencias, pedir aportes, escuchar críticas y recibir colaboraciones, etc…  En visitas, asambleas, eucaristías, encuentros especiales, con organismos sociales, juntas de vecinos. APRENDIENDO A CONTEMPLAR Y DISCERNIR: contemplar y meditar la vida de la gente, contemplar, meditar y profundizar la Palabra de Dios (lectio); leer la palabra de Dios para las necesidades de la gente de hoy; y leer las necesidades de hoy e iluminarlas con la Palabra de Dios. APRENDIENDO A ECHAR LAS REDES (NEVEGAR MAR ADENTRO): saliendo a pescar, a invitar, a escuchar, a visitar a los enfermos, a ofrecer ayuda, a ofrecer la vida de comunidad. APRENDIENDO A SERVIR, con misericordia,  a quienes están  en la calle  a la intemperie, en la soledad, en la carencia y necesidad, en las fronteras de la otra orilla a la que nos cuesta llegar.
         Crucemos a la otra orilla. ¿Qué me preocupa en estos momentos como persona, como creyente y miembro de una comunidad cristiana en este cruce  hacia la otra orilla? ¿Qué le preocupa a la gente de nuestras poblaciones, a los jóvenes, a los adultos, a los ancianos? ¿Cómo acercarnos a su orilla, conocer, escuchar, acoger y responder las inquietudes de nuestra sociedad nos hacen?           Felicitamos a todos los papás en su día. ¡Que muestren a su hijos el Rostro de Dios Padre¡ Saludos.


P. Esteban Merino Gómez, sdb.
                                                                                
                                                                                        P. Esteban Merino Gómez, sdb.  





P. Esteban Merino Gómez, sdb.

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